Ricardo Andrés Urrutia Vivas, psicólogo y activista, comparte con nosotros un poco sobre sus raíces y cómo influyeron en su camino profesional. Nacido en Buenaventura, un territorio marcado por la violencia y creencias arraigadas, sus padres decidieron mudarse a Cali, donde Ricardo vivió gran parte de su infancia. Los primeros años en Buenaventura le permitieron experimentar el cuidado colectivo, mientras que en Cali comenzó a descubrirse a nivel personal.
La exploración de su identidad fue un proceso desafiante. Ricardo relata cómo su expresión de género diversa fue condicionada desde temprana edad, enfrentándose a comentarios fuera de contexto y estigmas sociales. Fue durante su adolescencia que empezó a explorar con mayor libertad, aunque siempre adoptando una posición camaleónica para adaptarse a diferentes entornos. A pesar de los obstáculos, su experiencia personal lo llevó a interesarse en la psicología como una herramienta para sanar desde la palabra.
Estudios y Especialización
Ricardo Andrés Urrutia estudió psicología en la Universidad San Buenaventura. Aunque inicialmente tenía dudas entre estudiar derecho o psicología, fue la depresión que observó en su abuela lo que lo impulsó a elegir este camino. Más adelante, realizó una maestría en Intervención Psicosocial en la Universidad ICESI.
Durante sus estudios, se dio cuenta de que la formación en psicología estaba centrada en teorías occidentales, sin abordar cuestiones del territorio y la realidad de las personas que más sufren. Este enfoque lo motivó a participar en proyectos como «Liberarte», una iniciativa para mujeres que sufren violencia de género.
Experiencias en el Campo de la Psicología
A lo largo de su carrera, Ricardo ha tenido experiencias significativas que han marcado tanto su trayectoria como su contribución a la comunidad. En la Universidad San Buenaventura, colaboró en un espacio llamado «El Racismo ¿Cómo habita en lo cotidiano?», con el objetivo de sensibilizar a los estudiantes sobre este tema. Actualmente, este espacio se encuentra en su tercera versión, habiendo contado con la participación de la facultad de derecho para abordar temas de salud mental y racismo.
Otra de sus contribuciones fue liderar la creación del semillero de estudios afrodiaspóricos en la Universidad Católica, un espacio para reconocer y valorar el saber ancestral afrodescendiente, permitiendo que las personas escriban su historia y recuperen una narrativa propia que ha sido históricamente prohibida.
Racismo, Trauma Intergeneracional y Salud Mental: Manifestaciones y Estrategias Psicoterapéuticas
Ricardo Andrés Urrutia Vivas ofrece una visión profunda sobre cómo el racismo afecta la salud mental de la diáspora africana y la población afrodescendiente en general. Describe cómo este fenómeno impone categorías de tensión y condiciona el sentido de ser, generando sentimientos de ansiedad y persecución. El racismo no solo se experimenta en el presente, sino que también se manifiesta a través del trauma intergeneracional, una perpetuación de culpas y responsabilidades que se imponen a lo largo de las generaciones.
Este trauma intergeneracional es un componente crucial en la experiencia afrodescendiente. Ricardo lo describe como la transmisión de patrones de culpa, castigos y estigmatización de la vida y las prácticas negras. Este legado se integra en el cuidado de las nuevas generaciones y se reproduce sin cuestionamiento, condicionando formas de comportamiento y perpetuando la esclavización en la vida cotidiana. El trauma intergeneracional afecta el desarrollo emocional y psicológico desde la infancia, impactando el reconocimiento personal y la forma en que las personas se relacionan con su identidad.
Manifestaciones en la Consulta
En su práctica clínica, Ricardo ha observado cómo el trauma intergeneracional se manifiesta en sus pacientes. Estas manifestaciones se presentan en las formas en que las personas enfrentan los roles que se les asignan y en los procesos de transición que atraviesan. Aunque intenten transformar sus cuerpos o identidades, el trauma sigue presente, apareciendo en las prácticas hegemónicas y en las dinámicas familiares.
Un ejemplo concreto es el caso de una paciente mujer no binaria y pansexual que reconocía cómo evitaba ciertas prácticas, como cocinar, no porque no le gustara, sino porque no quería replicar el patrón de cocinar para los hombres y ser encuadrada en roles tradicionales asignados a las mujeres negras. Estas experiencias muestran cómo las personas afrodescendientes lidian con las expectativas sociales y familiares, y cómo el trauma intergeneracional sigue condicionando su forma de habitar el mundo.
Estrategias Psicoterapéuticas
Para abordar estos traumas, Ricardo aboga por la necesidad de un enfoque terapéutico que incluya una mirada antirracista. Señala que la psicología actual carece de herramientas suficientes para trabajar con los traumas específicos de la diáspora africana, debido a su enfoque hegemónico y occidental. En este contexto, la psicología intercultural y el conocimiento no hegemónico se presentan como posibles enfoques para tratar estos problemas de manera más efectiva.
Ricardo también destaca la importancia de la autoevaluación por parte del psicoterapeuta. Al trabajar con la población afrodescendiente queer, es fundamental que el terapeuta esté en un proceso constante de acompañamiento y autoanálisis, para poder ofrecer un apoyo adecuado desde una perspectiva antirracista. Comprender las experiencias previas del paciente con la psicología, así como sus antecedentes en salud, es esencial para crear un espacio terapéutico seguro y eficaz.
Educación Antirracista
En cuanto a la educación antirracista, Ricardo imagina un enfoque que tenga una mirada interseccional y que escuche las voces de las poblaciones afectadas. Cree en la necesidad de una educación que no atraviese los derechos de los demás y que empiece desde el reconocimiento de las personas negras, maricas y disidentes.
Colaboración con Otras Disciplinas
Desde su perspectiva como psicólogo, Ricardo Andrés Urrutia aboga por la multidisciplinariedad para abordar integralmente las necesidades de la población afrodescendiente y la diáspora africana. Considera que la pedagogía, la sociología, el derecho y el trabajo social deben trabajar en conjunto con la psicología para reconocer y validar los saberes culturales y ancestrales de estas comunidades.
Interseccionalidad Queer
Al abordar la salud mental de la población afrodescendiente queer, Ricardo destaca la importancia de la simpatía y el autoanálisis del psicoterapeuta. Entender las experiencias previas de los pacientes con la psicología y los antecedentes en salud es fundamental para ofrecer un acompañamiento adecuado desde una perspectiva antirracista.
Mensaje a la Comunidad
Ricardo Andrés Urrutia Vivas finaliza con un mensaje a sus colegas y a la sociedad en general sobre la importancia de abordar el racismo y sus efectos en la salud mental de la diáspora africana. Aboga por una colectividad afrocentrada que fomente discusiones y permita encontrar diferentes formas de cohabitar cuerpos racializados. Reitera que el racismo sigue siendo una realidad que necesita ser confrontada y que se debe trabajar en conjunto para abordar sus impactos en la salud mental.
Este recorrido por la vida y la carrera de Ricardo Andrés Urrutia Vivas nos ofrece una visión profunda sobre la importancia de la psicología en la lucha contra el racismo y el apoyo a las comunidades afrodescendientes. Su trabajo es un recordatorio de que la sanación y el empoderamiento son posibles a través del reconocimiento y la palabra.